miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un solo error.

"Un solo error acaba con muchos bienes".
(Eclesiastés 9:18).

Hace muchos años unos amigos casados tuvieron "una" discusión; el esposo salió de casa y se fue a "un" restaurante; se sentó en la barra y pidió "un" trago de licor; cuando estaba allí sentado llegó "una" señora llorando; él le hizo "una" pregunta; y ella respondió que había tenido "un" pleito con su esposo, pues el esposo creía que ella tenía "un" amante; cuando estaban allí teniendo "una" platica, según dijeron los empleados del restaurante, entró el esposo y creyendo que éste amigo era el amante, desenfundó "una" pistola y le acertó "un" disparo y lo mató. La pregunta es ¿Uno, es poco o mucho?

¿Cuántas personas necesito matar para ser un asesino? ¿Cuánta droga necesito consumir para ser un drogadicto? ¿Cuánto dinero necesito robar para ser un ladrón?  ¿Cuántos pecados necesito cometer para ser un pecador?  Moraleja: Uno, puede ser que lo consideremos poco o mucho, pero generalmente puede ser suficiente.

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