miércoles, 28 de noviembre de 2012

Bienaventurado el hombre que teme a Jehová.

"Bienaventurado el hombre que teme a Jehová... su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita; bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre".
(Salmo 112:1-3).

Este Salmo es una confirmación de lo que Dios promete a su pueblo en Deuteronomio 28 cuando le dice las bendiciones de la obediencia. Usted mire la "consecuencia" que paga la descendencia de una persona que NO ama y NO obedece a Dios, y luego compárela con la "bendición" que recibe la generación del que SI ama y obedece a Dios, y mirará la diferencia.

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