lunes, 5 de noviembre de 2012

La justicia humana.

"He visto algo más en esta vida: maldad donde se dictan las sentencias, y maldad donde se imparte la justicia".
(Eclesiastés 3:16).

Debido a la condición tan pobre del corazón humano, cuando a éste le toca impartir justicia lo hace generalmente por interéses oscuros. En casi todas partes del mundo hay dos clases de justicia: la que se le imparte al pobre y necesitado; y la que se imparte a los de cuello blanco como generalmente se les dice a los pudientes que se ven comprometidos con la justicia. Es de todos sabido que la justicia para el necesitado siempre es más severa que para el de cuello blanco. ¡Clamemos a Dios porque sea él quien nos haga justicia llegado el momento!

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