jueves, 4 de abril de 2013

Mi responsabilidad.

"Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, HASTA QUE anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido".
(Salmo 71:18).

La salvación que hoy poseemos dependió completamente de Dios, dicen las escrituras que fue él quien: " Nos conoció; y nos predestinó; y nos llamó; y nos justificó; y nos glorificó". ¿Cómo entonces vamos a perder algo que depende solamente de él?. Ahora bien, como decimos la salvación dependió de él, pero a nosotros nos corresponde como dijo David en éste salmo: "Pedirle a Dios que no nos abandone HASTA QUE hayamos ANUNCIADO toda su gloria y todo su esplendor a las generaciones venideras y aún, a nuestros descendientes que no han nacido. Esa... es nuestra responsabilidad.

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