lunes, 29 de abril de 2013

¡A pesar de la oración!

¿Hasta cuándo, Señor, Dios Todopoderoso, arderá tu ira contra las oraciones de tu pueblo?
(Salmo 80:4)

¿Han habido ocaciones en que oramos, oramos y oramos y no tenemos respuesta, que sentimos que los cielos están de bronce, o, que Dios, simplemente volvió su rostro hacia otro lado? La Palabra de Dios dice: "Por comida, les has dado pan de lágrimas; por bebida, lágrimas en abundancia". La respuesta está en el verso 7 de éste salmo. ¡RESTAURANOS, SEÑOR!

Sí, nadie es perfecto, y nadie será perfecto hasta el momento en que en la muerte, en algún momento del proceso entre la separación del alma y el cuerpo y nuestra presencia ante Dios, seamos limpios. Pero, necesitamos restauraciónes mientras estemos en éste mundo. No podemos pecar, reconocerlo y seguir. Debemos hacernos un propósito de no volverlo a hacer. Eso es arrepentimiento puro, lo demás son sólo palabras humanas sin respaldo alguno.

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